16.11.15

Un cuento sobre la tolerancia

Pepito y las Mil Sonrisas<br />

Había una vez un niño llamado Pepito Chispitas era un niño tan sensible, tan sensible, que tenía cosquillas en el pelo. Ba...

Los días de viento eran de bastante risa para el, Pepito por el suelo de la risa en cuanto el viento movía su melena, que ...

Verle reír era, además de divertidísimo, tremendamente contagioso, y en cuanto Pepito empezaba con sus cosquillas, todos a...

Pepito hizo de todo para controlar sus cosquillas: llevó mil sombreros distintos, utilizó lacas y gominas ultra fuertes, s...

Hasta que un día en la calle conoció un payaso especial. Era muy viejecito, y ya casi no podía ni andar, pero cuando le vi...

Entonces el payaso le llevó a recorrer la ciudad, parando en muchos hospitales, albergues, colegios...etc. Todos estaban l...

Su ratito de risas junto al payaso lo cambiaba todo, pero aquel día fue aún más especial, porque en cada parada las cosqui...

Cuando acabaron su visita, el anciano payaso le dijo, guiñándole un ojo.- ¿Ves ahora qué trabajo tan serio? Por eso no pue...

Y así, Pepito se convirtió en payaso, sustituyendo a aquel anciano tan excepcional, y cada día se alegraba de ser diferent...


1 comentario:

  1. Somos alumnos de ETRO del Centro Asencio: Maicol, Carol, Micaela, Florencia, Brandon Vargas, Brandon Caetano, Mayte, Luana, Franco. Leímos el cuento Pepito y las mil sonrisas. Nos pareció hermoso. Ese niño y ese anciano nos enseñan muchas cosas. Nos muestran valores. Todos podemos ayudar y somos valiosos con nuestras virtudes y nuestros defectos.

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